Las cédulas habitabilidad Barcelona son un documento indispensable para alquilar o vender una vivienda de acuerdo a la legislación española, que busca garantizar las condiciones mínimas de un inmueble para que, como el mismo nombre lo indica, sea habitado por personas.
La verdad es que este requisito no supone un gran esfuerzo para adquirirlo. En caso de que usted se disponga a comprar o alquilar una vivienda, debe preguntar al propietario si el inmueble cuenta con la cédula de habitabilidad vigente, ya que ésta tiene una caducidad de 15 años, tras los cuales debe ser renovada.
Los encargados de emitir este documento son los arquitectos técnicos o aparejadores, que estén debidamente colegiados, ya que la cédula debe estar visada por el respectivo colegio. Estos profesionales se encargarán de visitar el inmueble y verificar que cuente con el equipamiento y la distribución de espacios mínimos para ser habitado.
El informe levantado por el arquitecto deberá registrarse ante el ayuntamiento junto a la fotocopia del DNI del solicitante y la fotocopia de la escritura de la vivienda. El trámite es sencillo y en aproximadamente un par de semanas se otorgará la cédula de habitabilidad, que será solicitada en la notaría para efectuar el acto de compra o alquiler.
Un dato clave es que la cédula de habitabilidad debe presentarse en el momento de contratar cualquier servicio básico, como agua, electricidad o gas. En lo que respecta a quién debe encargarse de solicitar este documento, si el que vende o el que se dispone a comprar, lo usual es que el propietario asuma la responsabilidad de este trámite.
Así que antes de acudir a cualquier notaría, en cualquier comunidad autónoma de España, no olvide comprobar primero que la cédula de habitabilidad de la vivienda está vigente y que no ha sufrido modificaciones mayores que anulen el documento, porque en caso contrario el propietario deberá solicitar una cédula de habitabilidad de rehabilitación.